lunes, 29 de abril de 2019

PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA... ELECTORAL


En esta foto podemos ver a Pedro Sánchez cuando ganó las primarias. La gente militante y fiel a sus partidos genera imágenes parecidas a las de cuando se gana la lotería de Navidad, si las cosas van bien después de las consultas. Rie, salta, grita, se abraza, sonríe tontamente, levanta los brazos y hace la señal de la victoria... después viene la realidad, los pactos, las abdicaciones morales, las posibilidades reales, pues la política tendría que ser la ciencia de lo posible y lo posible nos puede parecer mediocre y cobarde.

Ha sido esta una campaña extraña y desagradable en muchos momentos. En los debates que puede ver tan solo Iglesias y Assens me parecieron educados, moderados y posibilistas, la verdad, aunque en algunos medios se dio por vencedor a un Ribera que a mi me pareció horrible, tot son gustos. La verdad, hay que admitirlo, es que no le ha ido mal del todo, viendo los resultados finales.

Quizás tengo el síndrome de Casandra, aunque algo atrofiado, pero hace tiempo que los resultados de las consultas electorales no suelen sorprenderme. Por poco que se observe la realidad que nos circunda se percibe algo de intención de voto sin haver encuestas ni sondeos ni todo eso en lo que se gasta un dinero absurdo. 

¿A qué vienen los sondeos televisivos de la noche electoral, un par de horas antes de qué vayamos a saber los resultados definitivos? En algo tienen que gastar el dinero los medios de comunicación, me imagino. La modernidad llena los platós de lucecitas y gráficos, casi parece que vayan a actuar los cantantes eurovisivos en un momento u otro. Las locutoras se peinan, maquillan y visten de mujer objecto con criterio y los varones suelen ir con traje y corbata  aunque eso de la corbata es hoy, de momento, una prenda en recesión. 

Sin embargo y a pesar de que sospechaba como iría la cosa no dejaba de inquietarme eso de las tres derechas unidas, dispuestas a acabar con el tema catalán de forma expeditiva cuando, ay, el independentismo actual es obra suya. Con el PP, y lo recordó Batet en el debate catalán, se incrementó la tendencia. Lo peor, los presos, claro. En eso, como en tantas cosas, se tiene la sensación de qué han pagado los más inocentones.

Sánchez sigue recibiendo patatas calientes por todas partes. Sus mismos militantes reunidos le pedían a gritos que nada de Ciudadanos. Y si se acerca a Esquerra, triunfante en Catalunya, como también era de esperar, y creo que la cosa tiene que ver con la moderación algo iluminada del buen Junqueras, que admitió que daría suport a Sánchez ante la amenaza carpetovetónica, le caerá de todo por parte de ese tripartito frustrado que ha encontrado en el anticatalanismo un filón electoral. Aunque parece que ya hay mucha gente cansada del filón. 

Sánchez es un resistente eficaz y poco ha tenido que hacer ante unos ataques absurdos y hasta surrealistas, que hacían añorar la tranquilidad plácida y el humor gallego de Rajoy, incluso de Fraga. A Catalunya nos mandaron a  esa Cayetana, ¿a quién se le ocurrió? Pero, en fin, ellos sabrán. Los problemas reales del país y de la gente han sido unos grandes ausentes pero en algún momento habrá que incidir en la vida real, en el paro, en la sanidad, en la educación, en el medio ambiente, en el trato que hay que dar a la immigración, en la despoblación rural, en como se va a resolver eso de Catalunya sin crear más inquietud y resentimiento del que ya existe. Però, bueno, hemos vivido épocas mucho peores y mucho más inquietantes...

Entre dos partidos entre los cuales tenía dudas me decidí, ayer, por el que tenía más mujeres y más mujeres que no estuviesen a la cola. En eso se mejora poco y, me sabe mal decirlo, en esa Catalunya que además del seny i la rauxa cae en cierto cofoïsme algo peligroso, la cosa no mejora tanto como debiera, aunque tuvimos a Batet al frente de los socialistas, una persona que parece eficaz aunque en casa la tildan de esfinge y no van desencaminados. Por cierto, ¿dónde escondieron a Iceta, desde que se atrevió a manifestar que si la base social independentista se va ampliando habrá que tomar medidas, vía referéndum pactado y todo eso?

La vida sigue y ahora vienen las municipales, en Barcelona. Todo pasa y cambia y el futuro, afortunadamente, es incierto. Los vencejos han regresado y los cielos azules nos vuelven a inspirar una cierta emoción estacional, aunque con los años todo  se relativiza: Porque ese cielo azul que todos vemos,/ ni es cielo, ni es azul: ¡lástima grande/  que no sea verdad tanta belleza!

Es habitual criticar hoy a los políticos pero tengo un gran respeto por la gente que hace cosas que yo no sería capaz de hacer, la verdad. El mundo de la alta política, en el fondo, es un reflejo del mundo de la base, de esas peleas de vecindad, de los enfrentamientos en la comunidad de vecinos, en el claustro de profesores o en el centro excursionista... Las corruptelas a nivel básico se van ampliando cuando las posibilidades aumentan pero en todas partes hay alguien esforzado, con ganas de trabajar, que está por encima de las ideologías, aunque tenga las suyas, y que desea, de buena fe, el bien común. 

No entiendo que en nuestros tiempos haya ese aumento de la extrema derecha, que hace algunos años parecía destinada al ostracismo y el olvido, pero parece un fenómeno europeo y existe y se incrementa, me guste o no. Los miedos nos acercan a los dogmas, a las seguridades etéreas pero deseables. Y la especie humana es como es y no como, a muchos y muchas, nos gustaría que fuese. Con los años me sorprende mucho más que, con todas nuestras limitaciones, hayamos conseguido épocas de paz, intermitentes y frágiles, locales, claro, depende de nuestra suerte vital. Que el sufragio universal, tan imperfecto como se quiera, exista, ya es un milagro en el contexto de la evolución moral de la especie. Uno de los carteles que esos días veo colgado en algunos balcones, pocos, afortunadament, es ese de ni olvido ni perdón, ya sé que es retórico, pero me incomoda. Perdón, olvido y lo que haga falta, pintaría yo por esos muros tan maltratados por los grafitis sin gracia.