Una servidora de ustedes se hace mayor y ya no se sorprende de casi nada. Però una de las tonterías que todavía me provocan cierta inquietud es cuando me endiñan como noticia bomba cualquier cosa intranscendente y estúpida. Las noticias de los noticiarios están llenas de cosas absolutamente prescindibles, mientras que los hechos serios y las situaciones dramáticas de verdad, mezcladas con el resto, parecen calderilla. Eso sí, de vez en cuando no nos escapamos de ver algun cuerpo mutilado, manchas de sangre –es preocupante esa afición a enfocar las manchas de sangre cuando no hay nada más- y operaciones de cirugía con unas cuantas tripas o pulmones en primer plano.
Hoy leo esta perla sobre unos niños que, en Estrasburgo, han participado en la excitante experiencia de vivir unos cuantos días sin tele ni consolas, pero consolados por los muchos juegos y talleres que la comunidad que los acoge ha organizado.
Han sido 10 días sin televisión, ordenador ni consola de juegos. Diez días de abstinencia tecnológica que han convertido a los 254 alumnos de un colegio de primaria de Estrasburgo (al este de Francia) en auténticos héroes de la pantalla. Paradojas de la sociedad mediática, la hazaña de estos niños de entre 6 y 11 años, sometidos voluntariamente a esta experiencia inédita en Europa, no ha parado de salir en los informativos de todas las cadenas de televisión...
Me temo que alguien no pase la experiencia, algo elaborada, al papel convencional, y que de aquí una temporada no nos vengan orientaciones curriculares con un anexo sobre la conveniencia de repetir la cosa por nuestras latitudes. En la escuela, con la escuela, y, se supone, para la escuela y para los niños se puede hacer de todo, toda clase de ensayos, como en la cocina de El Bulli. La paradoja es que los niños salen en la tele porque no ven la tele, vaya, que cosas.
Pues resulta que hay muchos niños, muchos más que en Estrasburgo, que pasan sin tele y casi sin probar bocado, currando mucho más que los adultos en edad laboral del mundo que va sobrado de proteínas, o sobreviviendo como pueden. Que en el barrio de los franceses bien alimentados la cosa haya tenido eco, en la tele local de la ciudad, por ejemplo, pase, que todos somos humanos y hemos tenido niños pequeños. El resto, un producto de esta sociedad cómoda, que cuando no sale agua del grifo, tanto del literal como de los grifos simbólicos, ya no sabe para donde tirar ni a qué santo encomendarse. Ya me lo decían mis padres, cuando no quería tragarme las papillas:’De qué pan hacéis mendrugos, demasiado hartos!’. Al fin y al cabo, la filosofía es la misma que la de la isla de los famosos o la masía de principios de siglo, programas televisivos de concienciación anticonsumista. Por favor, que a los poderes culturales y educativos no se les ocurra inventar experiencias raras y dejarme sin ordenador un mes y medio!!!
6 comentarios:
Lo que pasa es que la vida de todos esos niños que son explotados en multutud de países, no es políticamente correcta por lo que es mejor obviarlo. Es mejor hablar de otras chorradas que no hagan pensar mucho a la gente.
Además, si no hablas del problema, éste no existe. Es triste pero es así. Lástima.
Nos vemos
Realment és impressionant. Jo no m'ho podia creure. No em creia, d'entrada, l'experiment però, sobretot, que se'n fes tant bombo i plalteret. Mostrant-ho com el gran sacrifici d'aquests nanos i a sobre, clar, donant-els-hi més importància encara a la seva vida la puta tele i la puta consola.
Increïble.
Hoy hemos visto un Telediario, a las 21,00 horas en Telecinco, en el que más de la mitad de las noticias eran sucesos de El Caso.
Creo que es mejor no ver la tele, pero para no perder audiencia nos sacarían en la tele diciendo que no vemos la tele, como a esos niños.
Conclusión: sin comentarios, no se los merecen.
Jùlia, me gusta mucho leerte, aunque sea tarde.
Permíteme que te recomiende un blog que me ha impresionado:
http://alasdealbatros.blogspot.com/
de Sergi Bellver, por si no lo conocías.
Besos, Ignacio
Miguel, no es que no hablen 'nunca' de ellos, puntualmente se hace un reportaje, nos asustamos y ya está. Un reportaje sobre niñas chinas en orfanatos ha provocado la moda de las adopciones de niñas de ese país. Sólo existe, por desgracia, lo que sale por la tele y esas informaciones se mueven por intereses, entre los cuales los del morbo y la tontería.
Por ejemplo, a causa del terremoto se ha hablado de la repugnante dictadura birmana, de la cual no se hablaba nunca. Otra cosa es que los problemas tengan solución y que a nivel individual se pueda hacer alguna cosa, claro.
Pero es que ni siquiera se habla de lo más cercano, muchos mal entendidos entre españoles vienen del gran desconocimiento o de las informaciones tergiversadas. También de las manías personales, lo admito.
Doncs sí, abelunimbus, que una cosa així tingui aquest ressò mostra a quin nivell de papanateria hem arribat.
Gracias, Ignacio,
tienes razón, un blog muy interesante, gracias por la recomendación.
Lo peor no es que sean noticias del Caso, sinó cómo se cuentan, atendiendo al morbo, enfocando la mancha de sangre (tienen una gran manía con eso)...
Las noticias, muchas veces, no son noticias, sinó un conjunto de curiosidades y tonterías. Creo que cosas como el futbol, el cine, la moda, merecería programas aparte y no una gran parte de ls noticiarios supuestamente 'serios'.
Se han hecho algunos intentos de noticiarios más elaborados, pocas noticias y comentadas en profundidad, hay alguna excepción, afortunadamente, pero pocas. Y es más, esas excepciones suelen tener éxito, no son operación triunfo pero cuentan con su público.
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