lunes, 22 de febrero de 2010

Recordando a Salvador Espriu, 25 años después



DANZA DE LA MUERTE

Por el diverso azar
de nuestro tiempo, la lluvia
sutil ha de juntarnos.
En la noche que escucha
arderán lentos cirios,
cera rebelde, ejército
desazonado por el lejano
orden de las serenas
patrias de luz, de los nobles
portadores del silencio.

Versión de José Batlló

Dansa de la mort

Per l'atzar diversíssim
del nostre temps, la pluja
subtil ha d'aplegar-nos.
Dintre la nit que escolta
flamejaran lents ciris,
cera rebel, exèrcit
neguitejat per l'ordre
llunyà de les serenes
pàtries de llum, dels nobles
portadors del silenci.


Salvador Espriu
Les hores (1954)

Hoy se cumplen veinticinco años de la muerte de Salvador Espriu. Espriu fue un gran poeta y marcó  e incluso monopolizó en cierta manera una época política y cultural muy determinada. Cuando murió ya algunas ilusiones que la transición había encendido se apagaban, habíamos pasado unos años en los cuales parecía que otra España era posible. Espriu fue un home extrañamente carismático, a pesar de su hermetismo, de su carácter, de su apariencia y de su poesía, que no tiene nada de fácil.

Espriu era conocido incluso por aquellos que no le leían. Fue muy conocido, también, fuera de Catalunya, las ediciones bilingües de sus poemas se vendían muy bien. Hoy está, ay, algo olvidado. El mal del olvido es habitual en toda la Pell de brau. Quizá su popularidad hizo que pasaran a secundarios autores que también hubiesen podido ocupar la primera fila. Su misma fama hizo que, con el tiempo, cada cual interpretase a Espriu según le convenía. Fue también un gran prosista, inventó un mito, Sinera, su Arenys infantil, y también recreó mitos bíblicos, como la Historia de Esther.  Muchos textos suyos se llevaron al teatro, como  en el magnífico montaje Ronda de mort a Sinera, de Ricard Salvat, recuperado en 2002 por el mismo Salvat, por desgracia fallecido también.  Espriu fue candidato al Nobel, pero parece que el centralismo hispánico es, todavía, reticente a apoyar candidaturas en lenguas que no sean el castellano aunque también influyeron otras cuestiones el el tema. Sin embargo Espriu fue admirado por muchos intelectuales españoles de la época. De una época en la cual la televisión nos ofrecía programas admirables, como esas entrevistas de Soler Serrano, en una de las cuales podemos recuperar, hoy, a este autor.





POST-AL-POST


la pell de brau XXX
(La piel de toro XXX)


Diversos són els homes i diverses les parles,
i han convingut molts noms a un sol amor.
La vella i fràgil plata esdevé tarda
parada en la claror damunt els camps.
La terra, amb paranys de mil fines orelles,
ha captivat els ocells de les cançons de l'aire.
Sí, comprèn-la i fes-la teva, també,
des de les oliveres,
l'alta i senzilla veritat de la presa veu del vent:
"Diverses són les parles i diversos els homes,
i convindran molts noms a un sol amor."




Diversos son los hombres y diversas las hablas,/ y han convenido muchos nombres a un solo amor./ La vieja y frágil plata acontece tarde/ parada en la claridad encima los campos./ La tierra, con trampas de mil finas orejas,/ ha cautivado los pájaros de las canciones del aire./ Sí, compréndela y hazla tuya, también,/ desde los olivos, la alta y sencilla verdad de la presa voz del viento:/ "Diversas son las hablas y diversos los hombres,/ y convendrán muchos nombres a un solo amor."


Versión en castellano copiada de un excelente blog.

jueves, 18 de febrero de 2010

Novelas de hoy y novelas de ayer

Andan algo revolucionados en el país vecino con la historia sobre Dumas que protagoniza Depardieu. Las superproducciones francesas parece que, por ahora, no tienen otro actor emblemático a mano. Depardieu lleva años siendo todos los mitos franceses reales y de ficción: Balzac, Montecristo, Valjean... Como Charlton Heston, vaya, pero a nivel más local.

Dumas era mulato, tuvo una abuela negra, haitiana, y él se consideraba negro. Ese tema le produjo desprecios, chanzas y burlas, cosa que también le pasó a su hijo más tarde. Sin embargo fue un hombre que se hizo a sí mismo y triunfó en todo, un gran comedor y amador, que gastó el dinero que ganó a manos llenas, hasta arruinarse. Cosa que no le ocurriría a Maquet, su negro más conocido y emblemático, que ganó menos pero murió en la abundancia. Auguste Maquet colaboró mucho con Dumas y acabó separándose de él y llevándolo a los tribunales, sin éxito. Fue un mal divorcio para los dos.

Se admite, en general, que, a pesar de tener esos equipos de escribidores a sueldo, Dumas, como esos grandes cocineros, pintores o peluqueros, daba a las obras su toque final, su chispa de genio. O quizá es que, simplemente, tenía el espíritu comercial más desarrollado. No es lo mismo escribir un libro que venderlo, como es bien sabido.

Francia ha sido bastante racista, aunque haya evolucionado y no le guste recordarlo. En el año 2002 trasladaron los restos de Dumas padre al Panteón de hombres ilustres y, según creo, acompañó la ceremonia una señora negra de buen ver, en un caballo blanco, con un gorro frigio, simbolizando la República Francesa moderna. La verdad es que hoy día todo da un poco igual, Denzel Washington fue un príncipe shakesperiano estupendo, Ismael Merlo fue una temible Bernarda Alba. Muchos blancos se han coloreado el rostro para interpretar Otelo o el moro buenazo del Mar i Cel de Guimerà. La cosa servirá para dar publicidad a la película, veremos después como se distribuye. El papel de Maquet lo hace en la película un actor muy poco conocido, por cierto.

Dumas fue un hombre fascinante, se mire por donde se mire. Se dice que en el futuro (quizá ya estamos en el futuro) no habrá diferencias por raza ni origen, sólo existirán triunfadores y perdedores, espabilados y tontos. Dumas fue un triunfador avant la lettre pero, como la cigarra del cuento, no guardó para el invierno, aunque tuvo suerte de poder retirarse a casa de su hijo, tan distinto de él. De aquí cien años a lo mejor hacen una película francesa sobre Depardieu y la interpreta alguien de color, quien sabe.

jueves, 11 de febrero de 2010

Fábulas modernas sobre insectos ancestrales



Me ha llegado por email uno de esos power points que te mandan a menudo. La mayoría son anónimos, aunque algunos llevan firma. A veces recogen viejos cuentos o chistes y los ponen al día. En ocasiones consisten en un conjunto de fotos antiguas o espectaculares, en mensajes etéreos de autoayuda, en poemas o consejos ilustrados. Siempre me pregunto, en el caso de los anónimos, de dónde han salido. Quizá alguien aburrido en su empresa, en peligro de cese, dedica sus ratos de desesperanza a la producción de esos materiales... Hay días en que me llegan tantos que no tengo tiempo de mirarlos y he de borrar los mensajes sin entretenerme, me parece que a muchos nos pasa lo mismo.

En este caso, la historia, con dibujos, recoge la vieja fábula de la cigarra y la hormiga, poniéndola al día. La hormiga, trabajadora y voluntariosa, va contemplando como por encima de ella van poniendo asesores, consejeros, delegados, diseñadores, estudiosos del mercado y lo que haga falta. Al final, creen que hay demasiado personal en la empresa y la echan. Moraleja: lo que se castiga, actualmente, es la eficacia, el trabajo bien hecho, que pone en evidencia la gran cantidad de personas mareando la perdiz y removiendo humo que hoy ostentan la fama profesional.

Cuando yo era pequeña, en la versión oficial que circulaba, la hormiga dejaba a la cigarra a la intemperie y hambrienta, a causa de su imprevisión. Más adelante se suavizo el tema, los cuentos de antes asustan, hoy. La hormiga se compadecía de la cigarra y la ayudaba y ésta recapacitaba sobre su pereza cantadora. Más adelante se puso de moda una versión más progre. La hormiga admitía la necesidad de la cigarra y hacían un intercambio al estilo de esos bancos del tiempo que hoy están de moda. En tiempos de cigarras cantautoras, las hormigas esforzadas parecían mediocres y aburguesadas, unas cobardes al servicio del capital, personificado en la reina.Todos los cuentos admiten muchas variaciones y lecturas, el mundo cambia, aunque sea dando vueltas en torno a los mismos problemas y nuestras mentalidades cambian con él.

La cigarra cantadora debería llamarse cigarro, ya que es el macho quien hace ese ruido poco armónico para atraer a la hembra, a la cual el sonido debe sonarle a música celestial o a bolero de Los Panchos. En verano, en los cigarrales, esas propiedades en el campo típicas de Toledo, el canto de esos insectos es absoluto, agobiante, y no me extraña que haya dado nombre al lugar. Es posible que cigarro  tenga el mismo origen que cigarra y que se llamase así por la forma de los primeros que se liaban. La verdad es que ni las cigarras ni las hormigas pueden elegir su destino. Quizás ni las personas. Nacemos con genes hormigueros o cigarreros o con un poco de todo. En el cuento modernizado que me han enviado la cigarra es una especie de diseñador que intenta mejorar el clima de trabajo redecorando la empresa...

Hace años vi una película que pasó algo desapercibida: Ángeles e insectos. Fue una de esas películas que me impresionó, hasta el punto que la recuerdo bastante bien, dicen que el tiempo es un buen crítico. En ella se hacía un paralelismo entre la vida de las personas y la de los insectos, fue una de las primeras en qué se dio a conocer Kristina Scott-Thomas, que hacía un papel impresionante, antes de ser la rubia amante del paciente inglés. La verdad es que los insectos resultan inquietantes, tan pequeños y frágiles y tan bien organizados. No somos tan distintos.