miércoles, 20 de mayo de 2009

Evocaciones eurovisivas de cuando sólo éramos europeos musicalmente hablando

Hoy me ha dado un ataque nostálgico musicológico y me he dedicado a buscar canciones eurovisivas de aquellos tiempos en los cuales el televisor era todavía un bien escaso. Actualmente eso de la eurovisión se ha convertido en una performance bastante carnavalesca, qué cosas.


En mi blog en catalán he hablado de Jean Claude Pascal, personaje muy interesante, que ganó en 1961, con una canción romántica que se tradujo, como se solía hacer con todo, al castellano y que cantó José Guardiola (el cantante, puntualicemos). Aunque a la largo, tuvo más fama Estando contigo, de Conchita Bautista, que popularizó Marisol. Me encanta Conchita Bautista y su look eurovisivo, eso es una señora y no las modelos de hoy en día.


En aquel tiempo de mi adolescencia acostumbrábamos a mirar estos acontecimientos musicales en casa de algún vecino privilegiado que tenía televisión y se establecían importantes debates patrióticos sobre las votaciones. Supongo que teníamos muy idealizado el tema de votar. Además, aunque actualmente cueste de creer, ante el televisor y ante la Europa musical del momento nos sentíamos muy hispánicos, en general.

Conchita Bautista pertenecía a la categoría de cantantes algo folklóricos, muchos países presentaban temas que recordaban el tópico vigente, con excepción de los franceses que ya contaban con una canción ligera de mucha calidad. Al año siguiente mandaron al festival a Víctor Balaguer, catalán, pariente de una familia de mi barrio que tenía colchonería, cosa que nos lo hacía más entrañable. Sin embargo, ni Bautista ni Balaguer nos gustaban, la uno por lo aflamencada y el otro porque era de ese tipo de cantante algo zarzuelero, que hacía lo que en catalán llaman refilets i pinyols. Las jovencitas de entonces clamábamos ya por algo más roquero y yeyé, vaya.

Víctor Balaguer es el nombre también de un importante personaje catalán, escritor y político, personaje de la Renaixença, que yo sepa no tiene nada a ver con el cantante. Balaguer, el que cantaba, participó en diversos festivales, en el de la Canción Mediterránea recuerdo que cantó una cosa de denuncia, La muralla de Berlín, y es que en aquellos tiempos se hacían muchas canciones educativas, como otra que hablaba de Julio Verne, por ejemplo, Julio Verne, Julio Verne, te llamaban soñador pero tú tenías razón...

Víctor Balaguer, el cantante barcelonés,
murió todavía bastante joven, en el año 1984; en los inicios de la Nova Cançó grabó también algunos temas en catalán.

Por cierto, aquel año, para variar, ganó una francesita, con la historia, algo reiterativa y pesadita, de un primer amor, ay, que los primeros amores son muy malos de olvidar...



viernes, 8 de mayo de 2009

Pesadillas peludas

Leo en el metro un anuncio, en un cartel, de esos destinados a distraer mi periplo por los largos y aburridos pasillos de enlace. El anuncio me evoca pesadillas antiguas, dice, más o menos, que si utilitzas lo que te propone, un método depilatorio definitivo, superarás tu angustia al pensar que puedes tener un accidente y no haberte depilado!!! Supongo que el tema debe ser recurrente, ya que la publicidad lo ha utilizado para uno de sus mensajes contundentes.

El pelo corporal o vello, que queda más fino, ha pasado por épocas distintas a lo largo de la historia. Hoy estamos en un mundo occidental bastante depilado. De jovencita envidié a amigas cuya genética no obligaba a autotorturarse con ceras calientes, máquinas infernales o rayos malignos. Esperaba una moda cultural que acabase con tanta tontería afeitadora, pero ha sido al revés y ahora incluso señores serios se depilan, con eso de la metrosexualidad y otras mandangas.

La depilación por si te pasa algo me recuerda los consejos del tiempo de mis abuelos, tiempos de higiene más precaria, en los cuales se aconsejaba lavarse los pies a menudo, por si te pasaba alguna cosa y te llevaban al hospital y te los veían. También en mi juventud las mamás aconsejaban a las hijas recién casadas no salir de casa sin la cama hecha y la cocina limpia, por si te encontrabas mal, te tenían que acompañar y veían como estaba el tema y lo poco responsable ama de casa que eras. El qué dirán era, claro, más importante que el daño sufrido. Así es el mundo, la apariencia ante todo.


Cuando fui a ver la exposición con los murales de Sorolla, la chica que nos la comentaba, muy agradable, explicó que las alumnas de secundaria se enfadaban de forma retrospectiva con el pintor cuando comprobaban que éste, con la intención de reflejar los tipos humanos de cada región, había pintado a las andaluzas un bozo oscuro sobre el labio, un bigotito, vaya. La cosa debía tener su morbo erótico, pues refranes antiguos hacen referencia al atractivo pertinente: mujer bigotuda de lejos se la saluda, mujer con bigote se casa sin dote...


No podemos quedar al margen de modas tan martilleantes, si no nos queremos ver excluídas del contexto social. El pelo de las axilas dicen que 'hace sucio' cuando nada tiene que ver la higiene con la cuestión pilosa. Sobre vello corporal, cuestión cultural al fin y al cabo, ha habido épocas de todos los colores. También las pelucas, los bigotes, las barbas, han pasado por modas diversas y se han asociado con tendencias políticas, incluso bastante divergentes según el momento.


Quizá algún día tendremos una moda más peluda y entonces se tendrán que inventar sistemas de crecepelo integral que solucionen los efectos de nuestro tiempo, tan depilatorio. Entonces se aludirá a la barbarie de los siglos XX y XXI, que obligaban a extrañas prácticas incluso en países supuestamente civilizados. Cosas más raras he visto y aún no soy muy vieja. Sobre crecepelos, ser calvo ha sido, para los señores, un trauma, sobre todo de joven, claro. Pero la verdad es que hay calvas de lo más interesantes, la verdad. Se han intentado muchos sistemas para devolver el pelo a la cabeza, pero ninguno definitivo, y muchos señores traumatizados han perdido bastante dinero probando remedios diversos. Unos vecinos de la escalera, de mi infancia, tenían la patente de un producto que habían inventado y vendido de forma ambulante, eran frecuentes los vendedores ambulantes de lociones destinadas a recuperar las cabelleras perdidas.


Sufrir angustia de anticipación pensando que te van a atropellar sin depilar es un absurdo, pero pasa y pasará. Uf, que vergüenza, el médico, quizá un joven de buen ver o una doctora de espíritu crítico, contemplando las intimidades de una pobre muchacha que no tuvo tiempo de ir a la esteticienne antes de la desgracia!!! No entiendo como hablan tanto de la crisis y de la gripe y casi nada de la depilación, he investigado algo con motivo de este post y he encontrado un montón de webs, blogs y publicidad sobre el tema. Qué mundo, Facundo!

viernes, 1 de mayo de 2009

Primavera griposa entre amapolas resplandecientes

Hoy mismo, en la sección La Contra del periódico 'La Vanguardia', el profesor Siegel, especialista en el tema, insiste en lo que muchas y muchos sospechábamos, esta es una gripe, más, de tantas como surgen cada año, que durará lo que dure en los medios de comunicación y en todos los país se muere más y peor de otras muchas cosas, por no hablar del más tocado, Méjico, claro, donde el mismo presidente ha amargado a la gente el puente del primero de mayo insistiendo en que se queden en casita. Hay que preguntarse que intereses mueven ese martilleo gripístico exageradamente tozudo... Hace poco nos hablaban de problemas en Sri Lanka, el otro día vi por la tele, de forma evanescente, unas pobres gentes colombianas que deben huir a Ecuador para no verse envueltas en los problemas de su país, donde, como suele pasar, recibe el del medio, más aún si es pobre e indefenso... Tantas cosas graves deben pasar, que ignoramos, y, en cambio, llevamos días con el mismo tema, que ha hecho palidecer incluso la crisis, y, en el caso de Catalunya, la negociación del Estatut.


Una amiga que trabaja en la universidad y conoce a biólogos y médicos me dijo, de forma lisa y llana, hace unos días, que nadie entendía el ruido provocado por el tema,  lo mismo que el señor Siegel ha dicho hoy en la entrevista. Uf, se me va a atragantar la longaniza bateana, aunque no quiera. Consiguieron amargarme los filetes de ternera con lo de las vacas locas, porque, de la misma manera que nos cala el sirimiri, esas informaciones reiterativas van mellando nuestras seguridades y nuestra independencia -supuesta- de criterio.


Sense receptes de metge l'home neix i creix i mor, decía una canción de los buenos tiempos de la Nova Cançó. Pues sí. Enfermaremos y moriremos, un día u otro. Nada, hasta hoy, me ha demostrado lo contrario. Si me curan un infarto y un cáncer desembocará mi vejez en una llagada y triste demencia senil. Admitamos nuestra fragilidad, gocemos de la primavera y no pidamos peras al olmo ni omnipotencia a los poderes públicos, estatales, autonòmicos o internacionales, porque al fin y al cabo están formados por hombres y mujeres. Y como en aquel cuento del aldeano que fue a Madrid a ver al rey, creyendo que era más que hombre y tuvo un gran disgusto al haber gastado sus monedas en visión tan vulgar, admitamos que los jefes de estado, sus guapas esposas, los líderes diversos, los actores, futbolistas, cantantes e, incluso, los filósofos y los médicos más sabios, no són más que hombres y todavía no han conseguido encontrar remedio a nuestros dolores y tragedias. Mi padre, lector de esquelas periodísticas en su madurez,  se sorprendía ante la muerte prematura de algún médico;  uno muy bueno le había operado de sordera y dejó este mundo con cincuenta y pocos años, arrastrado por un cáncer que intentó curar, incluso, en América!!! Por San Jordi vi por ahí un libro con un título que muestra nuestra soberbia existencial: 'El cáncer se cura'. Debía haber dicho 'Muchas veces, el cáncer se cura', ya que con sentencias tan contundentes se genera la idea que todo depende de uno mismo si lucha y he visto muchas luchas valientes que han terminado mal, también. Hemos conseguido, en nuestro ufanoso mundo occidental, comer cada día, tener una estufita, vacunarnos y adquirir por un módico precio analgésicos eficaces, que ya es mucho, muchísimo. Aunque, ojo, nada es para siempre. El año pasado estábamos preocupadísimos con la sequía, causada, dicen -yo no lo creo- por el cambio climático magnificado, pero actualmente tenemos por aquí agua a chorros y lluvia intermitente y una espléndida visión de amapolas en ebullición y dorados dientes de león que contemplan el vuelo airoso de las  golondrinas. Qué poco sabemos de nada.