Nunca he ido a los toros y siempre he sido contraria a ellos pero hubiese preferido que las corridas muriesen por inanición y no como lo han hecho, por decreto aunque se haya tratado de un decreto conseguido de forma democrática. En este caso hubiese preferido un referèndum, por ejemplo. El caso es que el tema ha levantado todo tipo de polvaredas, el momento político ya esta bastante caliente por lo que hace referencia a las relaciones entre Catalunya y el estado español y esa cuestión ha calentado más el horno. Algún canal de televisión y algún periódico razonable han explicado las cosas como han sido, pero da miedo sintonizar según qué emisoras visuales y sonoras de esas que lanzan anatemas apocalípticos sobre la ruptura de la unidad hispánica y la perversión catalana.
Más allá de temas nacionales, que los hay, nos guste o no, hay que admitir que hemos cambiado con los años en la sensibilidad en el trato con los animales, e incluso con las personas, y que no acabamos de encontrar el equilibrio. Molesta el espectáculo, con su parafernalia tradicional, ligada de forma injusta a una España rancia. Matar animales en secreto, con fines alimenticios o incluso deportivos, como en el caso de la caza, nos parece normal, sin embargo. Lo mismo digo respecto a como criamos hoy gallinas, pollos y cerdos para producir excedentes alimenticios. Me angustia contemplar cómo los animales domésticos se convierten en juguetes, caprichos para nuestros niños, que hoy son pocos y mimados.
El tema de las corridas despierta grandes visceralidades y exageraciones por todas partes. Mi abuelo, muy catalán, iba bastante a los toros, como mucha gente de su época. También había una gran afición al boxeo en sus tiempos, otra actividad hoy mal vista. Hubo toreros catalanes y los hay todavía, aunque pocos. Sólo quedaba una plaza en activo en Catalunya que llenaba en contadas ocasiones. Cuesta poco acabar con algo que está acabado, los políticos han quedado, como decimos en català, bé amb poc gasto. Cuanto menos se mata, más malo parece, decía Gable muy sabiamente en su última película. Para decir cosas así de forma creíble hay que ser decadente, sabio y viejo, aunque hoy la palabra viejo parece un insulto.
No me gustan las prohibiciones que inciden en mi vida privada, lo he dicho en ocasiones con relación a temas como el del tabaco, contra el cual se han levantado estas últimas décadas cruzadas médicas a todo trapo. Nunca he sido fumadora por la sencilla razón de que no me gustó fumar, aunque lo probé de joven, sin éxito, cuando era una moda social progre y intentar moderar el consumo del tabaco en lugares cerrados hacía que te miraran como a una facha. Hoy hay una preocupación por la salud que se me antoja exagerada, egoísta, absurda. Parece que te mueres por tu culpa y no entiendo eso de que se ha reducido la mortalidad. Acaso se sabe de alguien inmortal? Se alarga la vida, pero también los geriátricos están llenos de longevos en lamentable estado, por mucho que la tele nos muestre siempre abuelas saludables haciendo gimnasia o bailando la conga.
Envejeces y sorprenden los cambios en las costumbres y en las tendencias, lo malo pasa a ser bueno y al revés. Me sorprende que se diese libertad de voto en ese tema y no en el del aborto, un tema a favor del cual estuve siempre y que ahora me gusta matizar, sobre todo cuando estamos con una natalidad a la baja, ya que creo que se ha frivolizado de forma excesiva.
Vivimos tiempos inquietantes, o eres catalanista o españolista y ser catalanista sin ser independentista del todo puede provocar fricciones con amigos y conocidos. O eres socialista o del partido popular. En nuestro caso catalán, socialista o convergente. Debes definirte, tema que siempre me ha producido repelús porque soy muy tolerante, dudo bastante y me doy cuenta, con los años, de que todo es absolutamente relativo.
En general, la clase política nos mueve como títeres y, lo que es peor, nos gusta y lo aceptamos, incapaces de reacciones razonadas. La propaganda machacona acaba por crear dogmas, las repeticiones hacen una verdad, como escribió Huxley aunque, por suerte, como decía mi madre, en todas partes hay de todo.
Ilustro el tema con un tema de Ramon Casas, que pintó muchas escenas taurinas en una época muy distinta de la nuestra. La Generalitat compró hace poco este cuadro por la suma de 400.000 euros. No estoy en contra de tener el cuadro en el museo, muestra una realidad de la época y hay que situarlo en su contexto. Estoy en contra de los gastos excesivos cuando hay otras prioridades, la verdad.
2 comentarios:
Permet que discripi relativament. No és que no tinguis raó pel que fa a les prohibicions. A mi tampoc no m'agraden. Tanmateix, en un cas tan bèstia, deixar que el tema es morís sol comportava el patiment de molts més animals durant molt més de temps. Perquè el tema no estava ni malalt.
En un món on es cometen tantes crueltats amb els altres homes, amb els animals i amb el planeta, de vegades cal posar seny a cop de pito. És el mateix de les multes i les mesures del trànsit. La gent hauria de ser prou responsable per mirar per la seva vida, però no ho fa.
En relació amb Catalunya i Espanya, crec que, si no és aquest tema, en treuran un altre per criticar-nos. La qüestió és fer-ho. Per què no t'ho mires des de l'òptica que la iniciativa és popular? A més, pensa que arreu d'Espanya hi ha molta gent en contra dels toros. Moltes asssociacions.
Jo em considero (no milito enlloc, però) animalista de cap a peus.
On es posi la meva gata, no hi ha res més. Per tant, no crec que l'ésser humà tingui dret a torturar i matar els altres éssers de la creació. I menys per diversió, Júlia.
Amb tot, no pensi que no t'entenc. La teva posició és assenyada, però no crec que sigui pràctica. I a mi no em serveixen els exemples de la gent de cultura amant dels toros. Ni per bé ni per mal. Eren altres temps. Doncs perfecte. També hi havia esclaus a Grècia.
Ara som al segle XXI.
Ja no volia parlar del tema, Anna Maria, perquè sé que hi ha moltes opinions divergents, també n'he parlat al blog en català:
http://lapanxadelbou.blogspot.com/2010/07/toros-braus-gallines-i-fauna-humana.html
El fet és que el tracte amb els animals en el món occidental del present ha variat, però en el fons em sembla que hi ha molta hipocresia, el problema sembla que és l'espectacle, no que es mati, car es maten molts animals avui per a una producció excessiva i mal repartida d'aliments o per a experiments diversos. Cal un debat seriós sobre el tema,però em temo que no anem per bon camí, s'hi barregen massa coses.
Em sembla també oportunista anar pels toros i deixar 'per més endavant' la qüestió dels correbous.
Crec que la cosa s'hauria decandit per ella mateixa, com ja havia passat, no li veig massa mèrit a acabar de 'matar' quelcom que ja és mig mort.
El fet és que de vegades cal reduir la població de determinats animals a causa del seu excés i d'altres, protegir espècies. Mirant l'animal des d'un punt de vista 'individual' això no és gens just.
En fi, un tema polèmic que em temo que encara farà vessar molta tinta. En tot cas, personalment, aquest moment no m'ha semblat el més adient per a prendre aquesta iniciativa, la veritat. Sé que a Espanya també hi ha abolicionistes, m'hauria estimat més poder fer pinya amb ells abans.
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