sábado, 3 de agosto de 2013

LA HISTORIA NO SE REPITE PERO PUEDE EMPEORAR











Asisto desde hace algunos años a unas interesantes tertulias sobre historia, debatimos libros propuestos de antemano, votados en listas que se confeccionan con las aportaciones de los participantes. Nada tiene que ver ese grupO de lectura con los habituales de las bibliotecas, estas actividades en las cuales poco se tiene que pensar puesto que las listas ya vienen confeccionadas por los organizadores y a menudo no exigen ni tan sólo la búsqueda del libro, pues se dispone de lotes preparados al efecto. Somos un grupo bastante ecléctico en todos los aspectos y me sorprendre que llevemos más de cinco años debatiendo y peleando de forma dialéctica. He llegado a un momento vital en el cual me sorprende más lo que funciona a pesar de todo que lo que se destruye y rompe en cuatro días, la verdad.

Con bastante frecuencia surge el tema de si 'antes' pasaba lo mismo que ahora, cosa que ha generado encendidos debates incruentos, en el grupo. La corrupción, la ambición, las desigualdades, la esclavitud. Alguien comparó en algún momento la esclavitud de la época romana con la esclavitud generada por una hipoteca abusiva pero a mi me parecen situaciones muy distintas, la verdad. Hace unos días escribí una entrada sobre los noventa y nueve años del inicio de la Primera Guerra Mundial en mi otro blog y alguien me comentó que más o menos como ahora, ya que nos encontramos en medio de una guerra econòmica que ganarán los alemanes. Bueno, ahora no hay guerra violenta aunque la economía esté como esté y el militarismo no se halla en su mejor momento en Europa. Los chicos jóvenes ya no son soldados al servicio de la patria, obligados a morir por ella. Las mujeres han mejorado mucho su situación, al menos en nuestro entorno. Muchas cosas se parecen pero ni el contexto, ni las mentalidades, ni la permeabilidad social, ni casi nada es igual. Siempre existen paralelismos, leemos toda la historia desde el presente, desde nuestra propia mentalidad y no desde la de la gente que nos precedió.

Cierto que la historia no fluye de forma lineal y positiva, hay quien quiere creer que todo mejora siempre, que ingenuidad. Freud, cuando supo que los nazis quemaban sus libros comentó que no pasaba nada, que en la Edad Media hubiesen quemado personas. Tuvo que salir deprisa del país y no lo quemaron a él de milagro. Tenemos una tendencia egoísta a considerar que cada uno de nosotros es el centro del mundo, siempre existen terribles guerras y barbaridades diversas pero si no las tenemos a la puerta de casa la percepción es muy distinta. Y a veces, como Freud, somos incapaces de percibir el peligro real o bien percibimos como peligro algo que quizá no pase de una tempestad veraniega. Nadie sabe qué puede pasar, las hemerotecas están llenas de predicciones fallidas, de suposiciones erróneas.

Sobre los alemanes y los japoneses se escribió mucho hace años comentando su derrota bélica y su triunfo econòmico posterior. Las razones pueden ser muchas y diversas, pero fue así. Europa conoció su período más estable desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora, con la tragedia de la antigua Yugoslavia como muestra de que todo es frágil. Claro que algunos pagamos un alto precio por esa estabilidad, como España, o los países que se encontraban bajo la órbita soviética. Lo peor no fue perder aquella guerra, lo peor fue quedar aparte de la reconstrucción europea, los ricos del continente ya habían firmado el vergonzoso pacto de no intervención y después admitieron nuestra pobreza y nuestro sufrimiento largo y miserable. 

Al fin y al cabo las crónicas europeas sobre la guerra civil remarcaban el carácter salvaje de los hispanos aunque después los europeos educados no se quedaron atrás en la barbarie. Pons Prades nos dijo un día, en una charla informal, que ni Francia ni Inglaterra querían una España moderna y competitiva. Quién sabe. Los ingleses tenían muchos intereses econòmicos en la península, un dictador siempre da más confianza a ese tipo de capitalismo que un gobierno transparente. En África se han mantenido y se mantiene a muchos gobernantes de ese tipo, por motivos económicos.

No creo que nada se repita, aunque pueda volver el atraso, la tragedia, la regresión, cosa que ya ha sucedido a lo largo de la historia en muchas ocasiones. Tampoco creo que recordar nada sirva para no repetirlo, no se repite lo mismo pero llegan otras cosas, a veces perores. Acaso no sabemos que hoy se mata de forma absurda en muchos lugares? Montamos una manifestación multitudinaria sobre una guerra concreta, mejor si en ella están metidos los americanos del norte, y luego nos vamos a casa satisfechos y la guerra sigue, se enquista, se olvida. Y, claro, no vamos a estar cada día saliendo a la calle por una guerra o por otra, con tantas como hay aquí y allá.

Un maestro joven, después de aquella movida contra lo de Irak me comentó que no entendía como no se había parado nada, con la de gente que había salido a la calle. De joven eres un pipiolo, todo te lo crees. Entre tots ho farem tot. La gente ha salido a la calle a favor de la democracia, de Franco, de Hitler, de Stalin, de Castro, del Papa y en contra de muchas cosas, de la guerra pero también del matrimonio gay. La calle no quiere decir nada, más allá de una catarsis colectiva que nos deja eufóricos y muestra nuestra solidaridad barata con las causas justas. En la masa se diluye el individuo, claro que los políticos y los sindicalistas colocados siempre miran de ir en primera fila cuando han de salir en alguna foto.

No compartir ciertas alegrías patrióticas me está produciendo estos días incomodidad. Las fiestas patrióticas me dan repelús y se acerca la grande, con cadena humana y todo eso.   Considerar la bondad o la legitimidad de una causa por el número de gente que saca a la calle en determinado momento es como calibrar la calidad de un programa de televisión por la audiencia, un tema peliagudo, peligroso. Cuando era pequeña me contaban los mayores que la misma gente que iba a recibir a Jesús en Jerusalén con ramos de olivo iba después a abuchearlo cuando lo condenaron. Más allá de la referencia bíblica la historia parte de la constatación de la facilidad para mover masas a favor de una idea o de la contraria.

No sé si es la edad, la experiencia, la vejez, en definitiva, o que me vuelvo conservadora, agnóstica, qué sé yo. Más bien creo que no soy nada ni creo en nada, cosa que a mucha gente le parece triste y descorazonadora pero que a mi me parece que es la base para conseguir algo de libertad interior. Creo en el cariño que tengo a los míos y en cierta capacidad personal para la generosidad, poca cosa. Nada es como parece, ni como nos dicen, ni como nos dijeron. Nada se repite y todo tiene alguna relación. Los seres humanos tenemos tendencia a creernos los reyes del mambo terrestre pero somos poca cosa, mucha biología y alguna cosita más, inexplicable, manipulable y etérea. El alma? Puede, aunque dudo mucho de que sea inmortal, la verdad. Lo que asusta más es pensar en cuanta gente acabó haciendo cosas malísimas pensando que hacía lo correcto, a causa de sus ideas.

9 comentarios:

Lluís Bosch dijo...

Por si te sirve de consuelo (vaya idea!) a mi no mostrar entusiasmo por las fiestas patrióticas que se nos avecinan me trae comentarios y correos anónimos con amenazas incluidas. El independentismo catalán se siente ahora hegemónico y por lo tanto autorizado para insultar y amenazar. Si me ocurre nombrar al fascismo o al nazismo a propósito de ello se que lo llevo mal.
Tampoco yo creo que la historia se repita, pero algo sí tiene de ciego que tropieza de nuevo en la misma piedra.

Lluís Bosch dijo...

Por cierto: la selección de fotos oportuna y muy buena!

Júlia dijo...

Lo que llevo peor es que me tengo por persona moderada y más catalanista que muchos de esos tan convencidos, sobre todo respecto al tema cultural que creo que más bien ha empeorado desde que se chilla tanto.


Bueno, como cantaba Brassens traducido por Paco Ibáñez, en la fiesta nacional yo me quedo en la cama igual. O en la diada del setembre jo em quedo a caseta sempre.

Cada vez me gustan menos las manifestaciones y esos movimientos de masas y catarsis colectivas.

Lo peor es también que esos temas resultan tan viscerales, a favor pero también en contra, que poco puedes debatir un poco en serio. Vaya, en broma menos, cada vez se hace menos broma de nada.

Me ha venido a la cabeza un eslogan de hace años, de la izquierda alternativa, 'No reagan, va en serio'

Lluís Bosch dijo...

Bueno, aquí hay algo que no se cuenta mucho: el papel del conseller de cultura, exponente de la "sociovergència". Cuanto más se grita, menos presupuesto. El año pasado, cero subvenciones a las pequeña editoriales que hacían una feria en Besalú y 120.000 euros al Sónar. El modelo de cultura patriótica.

Lluís Bosch dijo...

http://www.liberisliber.com/liberisliber_edicio_2012/cat/carta_al_conseller.php

Júlia dijo...

Lluís, sobre las subvencions soy muy crítica, la política de subvenciones ha contribuido a hacer clientelismo en todas partes, incluso en pequeñas asociaciones locales y de vecindad, he visto malbaratar mucho dinero a pequeña escala y muchos compromisos a causa de esa subvencionitis. En tiempos pasados la gente se organizaba con sus recursos y era más libre y se hacían cosas más interesantes. Los poderes siempre 'pagarán' -con nuestro dinero- aquello que les de brillo y esplendor.

En el campo del catalán se han perdido muchas iniciativas antiguas cuando se empezó a depender de subvenciones.

Júlia dijo...

Lo que pasa es que en tiempo de vacas gordas hay para todo el mundo y con las 'engrunes' se conforma al personal.

Lluís Bosch dijo...

Si, completamente de acuerdo en los problemas de la ubvencionitis, pero negar una ayuda de 2000 euros y al mismo tiempo dar 120.000 al Sónar explica muy bien cual es la idea de la "cultura" que defiende Mascarell. AUnque luego también se nos ha puesto sobiranista y lanza proclamas patrióticas.

Júlia dijo...

Lluís, el poder i la cultura són coses una mica antagòniques, en general sempre hi ha aquests greuges comparatius però en temps de vaques grasses la xocolata del lloro també és de més qualitat i els badocs flipem amb les engrunes, en temps d'escassedat el primer que toquen és la nostra xocolata. No crec que aquest sigui diferent dels altres, el context ha variat, però ja no em fio de ningú, per tant no n'espero res, més aviat menys que res, el poder vol coses que es vegin i que es promocionin i que els donin vots, piràmides, vaja.