jueves, 8 de junio de 2017

ORGULLO CINÉFILO HISPÁNICO

Resultat d'imatges de Orgullo cine español

Con el paso de los años, mientras algunos antiguos ídolos de mi imaginario sentimental se diluyen en la nada, aumenta mi admiración hacia otros en los que no reparé como debía. Un director de cine -y muchas cosas más- que crece con el tiempo en mi valoración personal es Mur Oti, un genio que anduvo suelto, como lo mencionaba la prensa, en concreto ABC, en el obituario que le dedicó con motivo de su muerte y en el que se contaban algunas de las muchas anécdotas singulares de su vida.

En más de una ocasión he escrito sobre este director y alguna de sus películas, en este blog o en algún otro de los míos. Anteayer por la tele pasaron Orgullo, una película que no recuerdo haber visto anteriormente, aunque la memoria, a veces, nos engaña. Me quedé maravillada con la puesta en escena, con los actores, sobre todo con las dos mujeres protagonistas, con esos rebaños inmensos, con esos exteriores tan atrevidos para la época, con esos interiores tan bien compuestos, tan evocadores.

En la presentació contaron que a causa del mal tiempo no se pudo rodar en el lago Enol, que se hizo esa parte en el lago de la Casa de Campo, y que se arreglo el decorado con unos ingeniosos cristales pintados. Orgullo es una historia típica de amores difíciles entre personas de familias enemistadas, eso de Romeo y Julieta, vaya, tan bien aprovechado y que, según cuentan, tampoco inventó Shakespeare. En Orgullo, una historia, pese a todo, con final feliz, hay muchas cosas. En ocasiones parece un western, es una historia épica que bebe en mucho cine mítico y que quizás también fue copiada de forma discreta por directores posteriores que no lo supieron reconocer.

La pareja madura eran Cándida Losada, de larga y fecunda trayectoria en teatro, cine, televisión. Y Enrique Diosdado, el padre de Ana Diosdado, un gran actor y todo un señor maduro de muy bien ver, hasta el punto de qué te preguntas si la chica no acabará enamorándose del suegro, ya que el galán joven es el más soso de todos, la verdad. Los dos jóvenes eran actores brasileños, Marisa Prado y Alberto Ruschel. Mur Oti intentó dar al conjunto cierto tono internacional. Los dos actores y todo el equipo habían triunfado hacía pocos años en Cannes con O Cangaceiro, una película brasileña de culto. Ruschel, gracias a ese éxito, hizo una larga carrera en el cine, trabajó en Argentina, en España. Murió en Rio de Janeiro a los setenta y siete años, en 1996.

Marisa Prado me pareció extraordinaria, moderna, hermosísima, una gran actriz con muchos registros, impresionante. Ni su carrera ni su vida fueron tan largas como las de Ruschel. Se casó dos veces, murió en circunstancias no aclaradas en Egipto, su segundo marido, un millonario libanés comentó que tenía depresiones. Puede que se suicidara. Tenía cincuenta y un años, hacía tiempo que no trabajaba en el cine.

Orgullo es épica pura. Sin que el guión sea demasiado original, impresiona, incluso a pesar de contemplarla en la pequeña pantalla. En un cine convencional debe impresionar todavía más. Esas cumbres, la sequía, la llegada del agua, el río, los trabajadores de las dos fincas conformando un colectivo que tiene vida propia. Secundarios extraordinarios que hemos olvidado de forma injusta. Orgullo tuvo mala suerte, a causa, en cierto modo de la política. 

A Mur Oti, en 1993, le dieron un Goya de honor. En aquellos años todavía no se decían tonterías en esas celebraciones ni se hacían bromitas estúpidas, todo era, todavía, serio y formal. Por cierto, alguien que ame el cine y domine el medio debería completar la entrada de wikipedia dedicada al director,  parece un telegrama.

Mur Oti fue muchas cosas más, poeta, guionista, novelista... Un genio, a menudo incomprendido, pero ver una de esas películas suyas imprescindibles nos deja pasmados. Durante algunos años, como él mismo comentó al recibir el premio, el silencio se extendió sobre él y sobre tantos otros. Ahora resulta que, con tantas trabas, con tanta censura, con tantas dificultades, aquel cine tiene joyas que no es fácil recuperar, a veces olvidadas o silenciadas. 

Ese programa de la segunda cadena está haciendo una labor inmensa de recuperación, cierto que entre tanto cine español hay cosas prescindibles, curiosidades pintorescas, pero incluso el mal cine antiguo, o aquel destinado a adoctrinar patriótica y políticamente, debe verse, ni que sea para criticarlo y para comprender la época y sus circunstancias, aunque hay quien quisiera condenarlo al ostracismo y a la supresión indiscriminada. 

2 comentarios:

Orio43 dijo...

Totalmente de acuerdo, procuro no perderme ninguna película.

Júlia dijo...

A mi, Toni, és que Mur Oti cada vegada em sembla més genial però, en general, totes tenen algun interès per algun motiu, no les veig totes, ep.