Hoy había sido, hace años, Santo Tomás de Aquino. Mi padre habría cumplido hoy 92 años, sin embargo murió a los 84. Mi padre era de un pueblo de Gerona, en la comarca de la Garrotxa, precioso lugar, que se llama Mieres, como el asturiano, aunque es un pueblo más modesto y pequeño. Pertenecía mi padre a una familia numerosa, fueron trece hermanos, de los cuals sobrevivieron y llegaron a adultos once. Él fué el más pequeño, el benjamín, como decíamos antes, aunque ahora ya casi nadie sabe quién era Benjamín, el último de aquella lista que sabíamos de memoria: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín. La historia del casto José también se esta perdiendo en la nebulosa del pasado y hay quién piensa que es una zarzuela, por aquello de la corte de Faraón y las mujeres de Babilonia... Benjamín se llamó aquel botellín de champán, esa cosa que ahora se llama cava.
Mi padre pertenecía a una família bastante modesta aunque contaba que en su pueblo había gente aún más pobre y que ellos, al menos, comían de modo habitual. He sabido con los años que mi abuelo de Mieres, que se dedicó al oficio de carretero constructor de carros en un tallercito alquilado, había tenido que emigrar, con su familia, de pequeño, desde la zona de Camprodón, a causa de las guerras carlista, en las cuales se habían significado bastante, perdiendo el poco dinero que tenían a favor de la causa. Mieres forma parte de la zona que se ha llamado la Navarra catalana, conservadora y carlista.
Se habla poco de las guerras carlistas, es un error porque muchas cosas de aquel tiempo explican también hechos posteriores de la guerra civil. El caso es que mis abuelos a partir del quinto hijo, más o menos, ya ponían a la descendencia el santo del día. Por eso a mi padre le pusieron Tomás, Tomás de Aquino, en concreto. Con los años, se cambió el día de la fiesta, cosa que fastidiaba mucho a mi papá, que ya no celebraba su santo y cumpleaños con la ilusión de antaño. Actualmente Santo Tomás se celebra el 28 de enero. Santo Tomás, como se sabe, es el patrón de los estudiantes.
Yo creo que la fiesta estudiantil ya no es lo que era. Marzo era mejor tiempo para salir de fiesta, los días son más largos, la primavera empieza a asomar su naricilla por todas partes, aunque el frío dé todavía buenos sustos. En mis tiempos juveniles las tascas de Barcelona, de la zona de la Merced, estaban en este día, tarde y noche, llenas de gente joven. Bebíamos sangría y comíamos patatas bravas, pan con tomate y champiñones y lo que fuese, cantando a voz en grito cosas que ahora parecen políticament incorrectas, como aquello del niño de Asunción, que no juega al balón, hoy homófoba tonada, o lo de los estudiantes navarros que persiguen a las criadas por las posadas, canción misógina y clasista. También cantábamos en catalán, baixant de la font del gat una vella es fot de cap, la porten a l'hospital, el metge era un animal... en fin, tampoco eran lieders de Schubert, las vernáculas de juerga.
Era un buen día para hacer amistades y, como dijeron después, ligar. ¡Qué bien se pasa de joven, con prácticamente nada más que esos pocos años, con tanta vida por delante y todavía sin obligaciones contundentes! Tomás es un nombre que hoy no se pone tanto, lástima. Las monjas de mi escuela remarcaban que había que decir 'santo' Tomás y que en el cielo había tres santos y un santito, chiste inocente y monjil. Los tres santos eran Santo Tomas de Aquino, Santo Tomás Apóstol y no sé si Santo Tomás de Villanueva. El santito era San Tito, claro. Tomás de Aquino no goza hoy de muchas simpatías, pues la enseñanza antigua le obligó a monopolizar la filosofía de la enseñanza media durante mucho tiempo. Si hay cielo espero que Tomás de Aquino esté allí, instalado en un buen despacho celestial con biblioteca y cuidando de mi padre, claro. De algo ha de servir llevar el santo del día aunque luego te cambien el día del santo.
2 comentarios:
Veig amb gust que tenim molts llocs comuns.
El que és cert és que al cel ha d'estar empedrat i empaperat de llibres, per al nostre goig etern.
Salut
amb una mà a la generació anterior, i l'altra a la que ens segueix, sumem molts anys.
Que els bons llibres ens ajudin a passar-los
Salut
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